¿Es necesario un entrenador nutricional?

Que el coaching se puso de moda hace unos años y todavía goza de popularidad en la actualidad no es ninguna novedad. Si en principio la figura del coach se vinculaba al mundo deportivo y emocional en gran medida, con el paso de los años, hemos podido encontrar un coach para, prácticamente, cada disciplina y aspecto de la vida cotidiana. Coach psicológico, coach deportivo, coach para la inteligencia emocional… si tenemos en cuenta que coach es la forma elegante, porque se trata de un anglicismo más que nada, de decir entrenador… La cuestión cambia. Porque no es lo mismo decir que tienes un entrenador personal (asociado al mundo del deporte) que un coach psicológico. Muy pocas personas dirían que acuden a su entrenador emocional.

La función de estos profesionales, con independencia del tipo de coaching que realicen, no es otra que motivar a quien contrata sus servicios. Se trata de una labor encomiable, puesto que algunas personas viven en el desánimo absoluto a la hora de realizar ciertas mejoras en su vida. Poner a prueba a sus clientes es la manera de motivarles y conducirles a alcanzar sus metas y objetivos propuestos en las áreas de su competencia. Como venimos diciendo, en la actualidad existen varios tipos de coach, pero en este particular, vamos a centrarnos en el coach nutricional y su función.

Ponerse a dieta es una de las cosas más difíciles para la inmensa mayoría. Seguir unas pautas de alimentación puede ser un tremendo sacrificio, requiere disciplina, autocontrol y constancia. Razones con demasiado peso como para contemplar la necesidad de contratar los servicios de un entrenador nutricional. Aunque se trata de una profesión que lleva años cobrando notoriedad, es posible que no todo el mundo conozca bien sus funciones y por tanto, se cuestione si se trata de un profesional necesario. Para salir de dudas, hemos contactado con CenyDiet, en cuyo centro de estética, disponen de este singular servicio de coaching nutricional, para conocer todo lo necesario al respecto.

Una larga trayectoria

Enfocar el coaching en el terreno nutricional es algo que se viene haciendo desde hace ya unos cuantos años. De hecho, existen numerosas publicaciones científicas que lo considera un enfoque valido y eficaz a la hora de ayudar a los pacientes a conseguir mejores resultados en lo que a nutrición respecta. Esto conlleva una mejora en la salud, como es lógico. Sin embargo, hay que señalar que la figura de este profesional puede suscitar cierta confusión, por lo que conviene aclarar las dudas posibles.

Lo primero que hay dejar claro, es que el coaching nutricional no es un sustituto ni lo pretende, del nutricionista. En tanto que los dietistas nutricionistas tienen conocimientos técnicos y profundos que le permiten realizar valoraciones del estado nutricional de los pacientes para diseñar sus pautas nutricionales adecuadas en cada caso, el coach es un complemento. Es decir contar con un servicio de coaching nutricional es parte de la ecuación planteada por el nutricionista, para ayudar al paciente a llevar a cabo la pauta alimentaria diseñada, junto a una modificación de los hábitos.

El coaching nutricional no permite ni habilita realizar una prescripción dietética, ni diseñar pautas nutricionales o dieta. Esta tarea es exclusiva del profesional titulado en Nutrición y Dietética, por lo que hay que desconfiar de los coach nutricionales que ofrecen dietas milagro porque no es su cometido. Salvo que se trate de un nutricionista titulado que a su vez, ejerza de coach.

Teniendo esto presente, podemos centrarnos en la función del coach nutricional y en que consiste el coaching en este campo. Al respecto de ello, podemos decir que se trata de un proceso a través del cual, el paciente es capaz de identificar y salvar los obstáculos, crear un entorno adecuado y conseguir adoptar la actitud y determinación que necesita para realizar un cambio en su alimentación. Este cambio, hace posible a su vez, alcanzar una mejora general en otros aspectos y estilo de vida.

La función del coach nutricional es realizar un trabajo que va más allá de lo que se considera el plan nutricional. Hay que trabajar en base a la definición del objetivo que se pretende alcanzar, buscar la motivación para lograrlo, definir los posibles obstáculos y barreras que pueden surgir durante el proceso, lidiar con las emociones que suscitan los alimentos, el entorno, realizar actividad física… Vamos que no se trata de diseñar un menú semanal y dárselo al cliente para que se ciña al mismo. El coaching nutricional contempla diversos temas que por la razón que sea, interfieren en la forma de alimentarse de la persona que quiere hacer cambios en su dieta.

En resumidas cuentas, lo que pretende el coach nutricional es que la persona sea la protagonista de su plan de acción, se haga consciente de sus necesidades y querencias y alcance sus metas propuestas. La labor del coach es hacer que el cliente, se centre y enfoque en las soluciones para que sea más fácil mantener la motivación y busque lo recursos en sí mismo.

Cabe decir que no todo el mundo que se plantea hacer dieta, necesita los servicios de un coach nutricional.

Funciones de un coach nutricional

Como ya hemos comentando, un coach nutricional se ocupa de identificar los obstáculos y ayudar a que se salven, creando entornos que faciliten el cambio y proporcionen una actitud positiva que facilite el proceso que culmine en las metas propuestas. A razón de esto, podemos diferenciar entre el coach nutricional y el nutricionistas, señalando las funciones concretas del primero. Estas acciones que puede realizar el coach nutricional, pueden marcar la diferencia en la persona para que logre realizar el cambio propuesto por el nutricionista.

La lista de funciones es bastante larga como vamos a comprobar a continuación. Lo primero es realizar una evaluación inicial para hacer una planificación personalizada y establecer las metas. A continuación, se informa y educa a nivel nutricional, se brinda el apoyo y la motivación necesaria, realizando un seguimiento regular para que se produzca el cambio de hábitos. Para todo esto, se sirve de herramientas de seguimiento y aplicaciones. También se ocupa de asesorar en cuestiones de estilo de vida y alimentación, se coordina con otros profesionales, registra el proceso y evalúa los resultados.

A razón de todo esto, la función del coach nutricional, conlleva conocer los fundamentos de la alimentación y en qué medida, esta puede afectar a la salud y el bienestar de las personas. Del mismo modo, tiene conocimientos sobre los preceptos relativos a lo que se supone la alimentación consciente o mindful eating, y dispone de la información relacionada con la alimentación y las emociones. Con estas nociones puede comprender en qué medida a una persona la afecta el estrés o el estado emocional en relación con la comida.

Estos conocimientos capacitan al coach con las herramientas necesarias para poder gestionar las emociones en el plano nutricional y ayudar a sus clientes a hacer lo mismo. De hecho, la misión del coach, pasa por inculcar a sus clientes esos conocimientos que motivarán el cambio.

Durante la primera toma de contacto, el coach nutricional deberá conocer la situación personal de su cliente y establecer unos objetivos claros, bien definidos y alcanzables. En esta entrevista se comprueba cual es el punto de partida del cliente, en cuestión de hábitos y estilo de vida.

Para que el entrenamiento funcione, debe establecerse una relación de confianza entre profesional y cliente, para facilitar la comunicación efectiva tan importante en el acompañamiento. El coach, entrena y apoya.

Quizás la función más importante del coach nutricional sea la motivacional. Motivar, inspirar y guiar a los clientes, es una tarea que puede resultar complicada, sobre todo en lo que a dietas respecta. Mantener esa motivación de forma constante es más complejo de lo que parece, debido sobre todo a que se trata de un proceso largo que requiere un alto grado de compromiso y constancia. Razón por la cual, muchas personas, recurren a este tipo de profesionales que hacen de fuente de inspiración y guías al mismo tiempo.

Antes de concluir, queremos señalar la diferencia existente entre un coach nutricional y un nutricionista. Aunque se trate de algo fácilmente deducible, estos profesionales difieren bastante sobre todo desde el punto de vista académico. Los nutricionistas cuentan con una licenciatura en nutrición y dietética, en tanto que los coach pueden ejercer su función completando un curso, sin necesidad de asistir a la universidad.

El nutricionista centra su labor en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de los problemas derivados de la nutrición y la alimentación, mientras que el coach, se centra en las técnicas de motivación para cambiar los hábitos y cumpla con la propuesta del nutricionista.

Por otro lado, un nutricionista, trabaja en un entorno hospitalario, centros de salud, educación, industria alimentaria o centros de investigación. Un coach, prestará sus servicios a gimnasios, centros de bienestar, consultorías… Pueden trabajar de forma independiente o en cualquiera de estos centros.

En conclusión, la labor del coach puede ser tan necesaria como la del nutricionista. Si una persona necesita acompañamiento para establecer una nueva y saludable dieta alimentaria, sin duda, el coach nutricional puede ser indispensable para alcanzar los objetivos propuestos por el nutricionista.

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