Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Descubriendo Ifach

Visitar Alicante es descubrir lugares que de otro modo no tendrías el placer de encontrar en tu camino. Lo más habitual por estos lares, es frecuentar sus playas y zonas turísticas copadas de visitantes durante toda la temporada. Aunque todo el mundo conoce el conocido peñón que corona Calpe, pocos saben todo lo que este monolito rocoso tan impactante, ofrece.

La provincia de Alicante es mucho más que esas archiconocidas playas. Benidorm, Guardamar, Denia o Santa Pola, donde puedes coger un Pola Taxi y desplazarte sin problemas con un excelente servicio de taxi, ofrecen alternativas que se alejan de la arena del mar. Sin ir más lejos, el Peñón de Ifach, al que hacíamos alusión en el párrafo anterior, es un entorno natural inigualable en el que se puede disfrutar de todo tipo de actividades y, por supuesto, unas vistas de infarto.

Resulta inevitable reconocer este Peñón en el primer plano de todas las imágenes que muestran la Costa Blanca. Este impresionante promontorio se desprendió de su lugar a merced de un movimiento tectónico que permitió que llegara hasta la actual costa española donde se encuentra. Difícilmente podríamos conocer los porqués o en que lugar se encontraba, pero si sabemos que este monolito, alcanza los trescientos treinta y siete metros de altura y cuenta con unas paredes verticales de hasta trescientos metros, donde se encuentras cuarenta vías de escalada.

Desde su cima, es posible divisar la isla de Formentera y el cabo de Santa Pola, además de poder comprobar in situ que se trata de un lugar que fue habitado ya en el silo III o IV a.C. Algo que no es de extrañar, precisamente por esa línea de visión que permite observar todo lo que le rodea desde lo más alto. El Peñón de Ifach, fue un enclave privilegiado, donde todavía se pueden encontrar restos de antiguas poblaciones. En especial, el yacimiento de la Pobla de Ifach del siglo XIII. Sus miradores, fueron construidos sobre sus antiguas murallas y ofrecen las mejores vistas de toda la Costa Blanca.

Todo un Icono alicantino

Tan conocido como el turrón de esta tierra, este singular Peñón, merece ser tenido en cuenta por todos aquellos que visitan Alicante. Uno de los tesoros ocultos que posee este rincón de España, son sus más de trescientas variedades de plantas, unidas a sus ochentas especies de aves, en las que se reconocen dos micro reservas de flora. Bajo sus aguas, túneles, arcos y galerías, creadas si intervención humana, debido al derrumbe de las rocas que forman el arrecife natural que posee una gran riqueza en cuestiones de biodiversidad. Un paraíso también, para los amantes del buceo y el esnórquel.

Para los geólogos esta maravilla de la naturaleza, constituye un fenómeno geológico poco usual: un olistolito. Esto viene a ser para el común mortal un terreno que surgió como resultado de un choque de las placas tectónicas, se elevó desde debajo del mar a una gran altura que, en algunos casos, pueden ser kilómetros. Un trozo de esa corteza rocosa, se desprendió del resto y rodó solita hasta terminar ubicado sobre piedras más recientes. Con el paso del tiempo, de manera paulatina, la arena y otros sedimentos se fueron asentando hasta conectar lo que entonces era una isla, con la costa.

Este inconfundible icono de Calpe y, porque no, de las costas españolas, tuvo sus primeros asentamientos en el siglo III o IV a.C. donde se establecieron en su ladera, algunos pueblos íberos. Con posterioridad, los romanos, decidieron asentarse en el istmo y dedicarse a la explotación de una salina cercana y la piscifactoría de los Baños de la Reina, cuyo nombre se debe a los cristianos que en aquellos tiempos, creían que en ese lugar se bañaba una reina.

Sin embargo, no fue hasta el siglo XIII, rozando el XIV que el almirante de la Corona de Aragón, Roger de Lluria, fundó la Pobla de Ifach y se fortificó. Aunque en la siguiente guerra castellano aragonesa, el pueblo fue destruido. Más recientemente, en el siglo XIX, el Peñón de Ifach fue subastado y adquirido por un ciudadano alicantino que lo utilizó como segunda residencia. Este particular fue quien decidió dinamitar el actual túnel que conduce a la cima del inaccesible peñón.

Cabe mencionar que, el Peñón de Ifach, se encuentra en la lista de espera de Patrimonio de la Humanidad debido a la singularidad histórica de que, la Pobla, fue gobernada por dos mujeres en su corta vida, hecho más que extraordinario en la época medieval. El nombre de estas pioneras no era otro que Saurina Enteza, duquesa de Terranova y esposa del mencionado Roger de Luria que fue sucedida por su hija Margarita de Lluria. Ambas mujeres supieron gestionar y explotar la riqueza natural de la región y, seiscientos años después, siguen siendo las avanzadas pioneras que fueron.

Aventura en el Peñón

Este enclave privilegiado, encierra entre sus fronteras todo tipo de aventuras que se pueden realizar. No puedes presumir de haber visitado Calpe si no has tenido los arrestos de subir al Peñón de Ifach. La ruta que conduce a la cima del Peñón, se divide en dos partes. Una de ellas, fácil; la segunda, moderadamente difícil. Ambas, pueden realizarse por separado, lo que permite hacerlo por etapas y con mayor comodidad. El sendero que lleva hasta la cima, está perfectamente señalizado y, aunque vamos a hablar de la principal debemos señalar que existen otras rutas que empiezan desde la playa de Fossa o rodean las salinas romanas. También existe una salida nocturna organizada que va hasta la cima. El recorrido dura unas dos horas y, en este caso, se inicia sobre las ocho y media para poder disfrutar de una espectacular puesta de sol en las laderas del Peñón, para poder disfrutar de una cena en la cumbre, tras la caída.

La ruta tiene una distancia total de cuatro kilómetros y seiscientos metros, dura alrededor de dos horas y media y, es de las denominadas circulares. Lo que quiere decir que se inicia y finaliza en el mismo punto. La dificultad es de fácil a moderada, en función del tramo y se encuentra perfectamente señalizada.

Para la primera parte, la ascensión tiene una consideración de sencilla, con lo que puede realizarse con calzado deportivo. En ella encontraremos miradores y el yacimiento de la Pobla de Ifach, el Centro de Interpretación del Peñón de Ifach y los restos del poblado íbero. La flora y fauna de este tramo es de la más variada. Su duración es aproximadamente de cuarenta a sesenta minutos y la dificultad, fácil.

En la segunda parte del recorrido, llegamos al túnel que conduce a la cima. Como barandillas encontraremos cuerdas que ofrecen seguridad para realizar el ascenso por unos escalones algo desgastados que fueron tallados en la roca. El terreno puede resultar algo resbaladizo, por lo que es necesario llevar un calzado adecuado para caminar por la montaña.

El siguiente tramo, está plagado de vegetación (palmito, lavanda, pinos…), es más estrecho y se irá complicando hasta llegar a la última parte del camino. Este tramo final que nos separa de la cima, consiste en una subida complicada en la que habrá que trepar por las rocas o transitar por senderos que son la linde de un barranco. Antes de llegar a la cima, encontraremos el mirador Carabineros y, cuando alcancemos la misma, veremos que el esfuerzo, ha valido la pena. La duración de este tramo es de una hora y cuarto a una hora y media y su dificultad, moderada.

La aventura que conlleva subir al Peñón ofrece otras cosas que visitar. El yacimiento que se conserva en excelentes condiciones y todavía se sigue excavando es una parada obligada. Su recinto amurallado sobrevivió durante cien años, había una iglesia, almacenes, viviendas para los gobernantes y casas. Su extensión era de unos setenta mil metros cuadrados, amurallados por ochocientos metros de muralla con once torres defensivas.

A los amantes de la naturaleza no puede pasarles desapercibido la exposición permanente sobre el Peñón y su ecosistema en el Centro de Interpretación del Peñón de Ifach. A parte de observar su fauna y flora, las impresionantes vistas que ofrece y disfrutar de un lugar impresionante.

Antes de visitar el Peñón, conviene saber que no está permitido el acceso libre y que para poder ascender a la cima, es necesario hacer una reserva previa y gestionar el permiso correspondiente. Solo se permite el acceso a trescientas personas al día y es más conveniente realizarlo en las épocas del año que no sean tan calurosas. En el caso de decidir subir en verano, mejor hacerlo a primera hora de la mañana y regresar antes del mediodía. Evidentemente se aconseja llevar la cabeza cubierta y protección solar, disponer de un calzado adecuado para hacer senderismo, es decir nada de chanclas o sandalias y si se acude con niños, hay que hacerles entender que hay que seguir las indicaciones y respetar el entorno.

Como última recomendación, recordar que en el Peñón no hay fuentes y es necesario llevar agua suficiente. Así como algún alimento energético por si nos fallan las fuerzas. Sobre la escalada en el Peñón, ya hablaremos en otra ocasión.

Destacados

PUBLICACIONES relacionadas

Descubriendo Ifach

Visitar Alicante es descubrir lugares que de otro modo no tendrías el placer de encontrar

Scroll al inicio