El 21 de junio, se celebra el Día Europeo de la Música. Esta fiesta se celebró en el año 1982 por una iniciativa del músico estadounidense Joel Cohen.
Tal fue el éxito de esa fiesta que en el año 1985 comenzó a exportarse a otros países, coincidiendo con el Año Europeo de la Música. En 1997 se firmó en Budapest por la carta “La Fête Européenne de la Musique” (La Fiesta Europea de la Música).
Varios estudios han comprobado que la música relaja, activa las áreas cerebrales relacionadas con el placer, disminuye la tensión muscular, mejora la concentración, reduce el estrés, combate el insomnio…
La música puede mejorar el estado de ánimo y potenciar la secreción de endorfinas o reducir los niveles de cortisol en la sangre.
Las actividades como aprender a tocar un instrumento, cantar o escuchar música mejora las habilidades de lecto-escritura.
Además, este arte está íntimamente relacionado con las matemáticas, porque el ritmo, el pulso, la estructura de una pieza o las escalas musicales se relacionan directamente con las fracciones, divisiones o patrones de las matemáticas.
En un estudio descubrieron que incluir la música en tratamientos contra el dolor agudo o crónico puede ayudar a reducir las molestias y el nivel de estrés.
El neurocientífico John R. Iversen explica que la musicoterapia mejora el aprendizaje de los niños con necesidades especiales, por ejemplo, los niños con dislexia, autismo o trastorno especifico del lenguaje.
Si quieres disfrutar de este arte puedes optar por una tarde de karaoke en casa. La revista Guia Infantil informa que «el karaoke, que en japonés significa ‘orquesta que toca sin cantante’, empezó a ser practicado en países asiáticos como Japón, durante las reuniones y comidas. La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue. Luego, el sistema se implementó con CD’s, laserdiscs y DVD».
Daisuke Inoue era baterista y tocaba nagashi, es decir, una forma tradicional de música popular en Japón y Taiwán. «En aquellos días los japoneses eran demasiado tímidos para cantar delante de otras personas, pero en los clubes nocturnos o bares a veces había músicos nagashi, cantando a clientes borrachos», explicó Diasuke.
«Los clientes ocasionalmente empezaban a cantar con los músicos o les pedían que tocaran una canción para que ellos también cantaran», añadió el japonés.
Uno de los clientes le pidió al baterista que reuniera a algunos músicos para que fueran a tocar para él, ya que quería hacer una fiesta con los accionistas.
Sin embargo, el cliente quería que cambiara las canciones para que estuvieran en su propia tonalidad. Pero, Diasuke no consiguió suficientes músicos, así que decidió grabar sus pistas y darle una cinta al empresario.
«No me sentía seguro con el cableado eléctrico, así que hice lo que hoy se llamaría subcontratación: conseguí que otras personas ensamblaran las partes de la máquina», argumentó el japonés.
«El sistema en su interior fue hecho por un electricista. Tomó un amplificador grande y lo rompió, lo puso dentro de la caja con el reproductor de cartuchos de un estéreo de automóvil. Y luego le pusimos un aparato para meter monedas para que la gente pagara por cinco minutos de canto», explicó.
Y añadió: «Desde el principio, no grabé las canciones en la misma clave y tempo. Creé el karaoke para que el 80% de la gente pudiera cantar con él».
La primera máquina de karaoke fue instalada en 1971 en un bar en Kobe. Pero, el dueño del bar tenía otro establecimiento en Osaka y le pidió al japonés que hiciera más máquinas de karaoke. Poco después el karaoke llegó a Tokio.
En 1982 abrió el primer bar de karaoke de Estados Unidos en Los Ángeles. Daisuke nunca patentó el invento y así lo explicó: «No sabía cómo ganar dinero con ello y no tenía suficiente dinero para solicitar la patente. Además, pensé que siendo una colección de productos prefabricados, no se podía patentar».
«Lo que me hace sentir más feliz es que a veces, cuando salgo a tomar una copa con mis amigos, escucho a la gente reír y aplaudir con tanta emoción cuando alguien está cantando karaoke, y me doy cuenta de que creé una cosa tan tremenda. Es entonces cuando me siento profundamente conmovido», concluyó.
Los técnicos de sonido de la empresa Sonopix explican las ventajas de alquilar un Karaoke. ¡Sigue leyendo!
-Elimina el estrés.
-Es una actividad divertida.
-Su funcionamiento es muy sencillo, eliges una canción, agarras el micro y le das al play.
-Mejora el estado de ánimo.
-Puedes expresar tus emociones y sentimientos.
-Aumenta la confianza.
-Favorece la socialización.
-Puedes bailar tus canciones favoritas.
