No es que el deporte en equipo haya dejado de estar de moda alguna vez, pero, de un tiempo a esta parte, podemos ver cada vez más grupos de deportistas uniformados con el mismo equipamiento. El deporte manifiesta, así, que no solo es un medio para estar en forma; sino también, un ámbito de relación social.
Parecía que el deporte colectivo iba a menguar con la práctica del deporte individual; al menos, en lo que se refiere al deporte amateur. Eso de apuntarse a un gimnasio o salir a correr todas las mañanas al parque antes de ir al trabajo iba a sustituir la sana costumbre de practicar deporte con los amigos, pero no es así.
Cada sábado por la mañana, cuando bajo a la terraza que hay cerca de mi casa a tomar un café, veo grupos de ciclistas sentados en las mesas, todos con el mismo uniforme. Han parado a tomar el almuerzo antes de salir de ruta, o después. Nunca se lo he preguntado. No son ciclistas profesionales. Son como el técnico que te arregla la lavadora cuando está rota o el señor que conduce el autobús. Solo que disfrutan de compartir la mañana del sábado con otras personas que comparten su misma afición. Han creado equipo.
En cuanto un grupo de amigos quedan dos domingos seguidos a jugar al futbol, ya se plantean montar un equipo. Esto implica encargar un uniforme con la misma camiseta y el mismo pantalón. Puede que nunca lleguen a participar en ninguna competición oficial, o sí. Puede que se limiten a jugar partidillos contra otros grupos de amigos como ellos, pero ya han formado un equipo.
Esta tendencia nos la confirman desde compradeporte.com, una tienda online de deportes, en la que nos comentan que cada día reciben encargos de configurar uniformes deportivos para equipos. Les llegan peticiones de todo tipo de disciplinas: futbol, baloncesto, voleibol, ciclismo. Además de los colores, los clientes solicitan que se les imprima el logo y el nombre del equipo. A veces, dependiendo del deporte, también el dorsal.
Una noticia que da alegría, o al menos, llena de color las calles de nuestros barrios.
La necesidad de pertenencia a un grupo.
La necesidad de pertenecer a un grupo es una constante que ha acompañado siempre al ser humano. Existe la individualidad, es evidente. No hay dos personas iguales, ni física, ni psicológicamente. Pero necesitamos integrarnos en un colectivo para desarrollarnos personalmente. El hombre es un ser social por naturaleza. Si me apuras, no existe el individuo al margen del grupo. Si nos definimos personalmente, gran parte de nuestros adjetivos hacen referencia a un colectivo. Somos de tal equipo de futbol, somos padres o madres, tenemos tales ideas políticas, nos gusta tal tipo de música. Todos estos calificativos dan pie a la colectividad, puesto que existen otros individuos que coinciden con nosotros.
Cuando el grupo está formado por personas que tienen los mismos gustos e intereses que los nuestros nos sentimos más realizados, mejor integrados. Tiene un efecto de validación. Hay otras personas que piensan parecido a nosotros. No somos unos bichos raros. El deporte es, tal vez, uno de los ámbitos donde mejor se aprecia este aspecto.
Un punto interesante que tiene el deporte colectivo son las relaciones que se establecen en él. Cada uno de los miembros del equipo cumple un papel, realiza una función. La acción de cada uno produce un efecto colectivo. Todos son necesarios para alcanzar la meta. En un equipo de futbol, por ejemplo, tenemos al portero, los defensas, los centrocampistas y los delanteros. Cada uno realiza una labor en el campo. No podemos pensar que todo depende de uno solo. Si Messi tuviera que enfrentarse él solo a un equipo de 11 jugadores, se lo merendarían.
En el deporte en equipo se establecen relaciones de colaboración y compañerismo. Algo que sobrepasa el simple ámbito deportivo y que a menudo salpican otros aspectos de nuestra vida personal. No son pocas las amistades que se han forjado a raíz de que dos personas practicaran deporte en el mismo equipo. Hay cosas que nos unen que van más allá de una simple conversación.
Los beneficios del deporte en equipo.
La Universidad Europea promueve desde su blog la práctica del deporte en equipo para sus alumnos. Afirma que es beneficioso para su formación académica, profesional y humana. Estos son algunos beneficios que destaca:
- Mejora el rendimiento académico. Esta es una ventaja que nos choca un poco. Pensamos que mientras un estudiante está jugando al baloncesto, por poner un ejemplo, no está estudiando. Por tanto, eso va a mermar su rendimiento académico. Los pedagogos de esta universidad piensan lo contrario. El deporte en equipo ejercita una serie de aptitudes mentales tales como la concentración, la memoria, la resolución rápida de problemas que tienen su repercusión en el estudio.
- Un mentor de por vida. Está de actualidad la figura del coach. Un profesional que nos apoya para alcanzar nuestros objetivos personales o profesionales. No debemos olvidar que la palabra “Coach” en inglés significa entrenador. Es un término que proviene del deporte. Un buen entrenador deportivo representa un modelo para el estudiante, una figura inspiradora. Todo eso, aparte, de que le ha inculcado una serie de valores como el esfuerzo, la perseverancia o el apoyo en sus compañeros, que marcaran otros aspectos de su vida.
- Mejora las habilidades de comunicación. Practicar deporte en equipo es un trabajo colectivo donde es crucial la comunicación entre los compañeros. Esto implica cultivar las habilidades de comunicación, de escucha y, sobre todo, de entendimiento. En esto se basa gran parte del éxito de un equipo. Desarrollar la comunicación no verbal, mediante gestos y señales, así como la compenetración entre los jugadores, pasa a ser algo fundamental.
- Toma de decisiones. La toma de decisiones rápida y efectiva es otra de las cualidades que se fomentan mediante el deporte en equipo. Pocos encuentros se desarrollan tal y como se tenían previsto. Esto obliga a los jugadores a tomar decisiones en tiempo real ajustadas a las circunstancias. En algunos deportes como el baloncesto, el entrenador puede pedir tiempos muertos para reajustar la táctica del equipo. En otros, como el futbol, incide en el juego por medio de los cambios. En todos estos deportes son las decisiones que toman los jugadores, en última instancia, los que marcan el rumbo de los partidos.
- Mejora la autoestima. Los triunfos de un equipo son asumidos por los miembros como propios, algo que sube la autoestima y mejora la autoconfianza. Al mismo tiempo, el jugador siente que forma parte de algo que trasciende el aspecto personal. Una concepción que influye en la consideración que tiene sobre sí mismo.
- Pertenencia al grupo. Ligado con el punto anterior se encuentra este beneficio que no es para nada vacuo. Dentro de un equipo se viven sentimientos de apoyo mutuo, por lo que cada uno de los integrantes nunca se siente solo, sino respaldado por sus compañeros. Algo que le aporta un plus de confianza para afrontar cualquier reto que se proponga.
- Gestión del tiempo. Practicar deporte con otras personas implica sumarse a una disciplina que debemos integrar en nuestra vida personal. Al mismo tiempo que trabajamos y/o estudiamos, debemos acudir a los entrenamientos y asistir a los partidos. Esto obliga a la persona a llevar una vida ordenada y, probablemente, más productiva.
Todos estos son beneficios que la universidad asocia a la vida de los estudiantes, pero que bien la podíamos aplicar a cada uno de nosotros, con independencia de cuál sea nuestra actividad.
Cómo crear un club deportivo.
En el momento en el que montamos un equipo deportivo, más o menos estable, estamos creando un club. Una asociación con un número limitado de miembros. Si queremos, podemos legalizarlo constituyendo un club deportivo oficial.
No estoy hablando de fundar el Barça 2. Existen multitud de clubs modestos para practicar todo tipo de deportes: ajedrez, futbol sala, bádminton, etc. Dar de alta un club te da la posibilidad de inscribir el equipo en competiciones oficiales y beneficiarte de subvenciones y ayudas públicas.
La escuela de negocios E.A.E. Bussness School proporciona en su web algunas indicaciones para montar un club desde cero.
En primer lugar, necesitas tener un plan de acción definido. Una serie de objetivos y de planes con los que podrás sumar gente, tanto para practicar deporte como para apoyarlo.
E.A.E. School sugiere que el segundo paso importante es dotarse de una sede social. Una ubicación física desde la que planificar las actividades y reunir a los socios. Contar con una sede fortalece la existencia del club e indica que este tiene voluntad de pervivir en el tiempo.
Un trámite importante para fundar el club es redactar unos estatutos y recoger el acta fundacional. Lo necesitarás para legalizar la asociación, pero sobre todo, establece las bases de funcionamiento.
Por último, si quieres legalizar el club, deberás inscribirlo en el registro correspondiente de tu comunidad autónoma.
Con todo ello, las cuestiones logísticas son fundamentales. Necesitarás unas instalaciones y una equipación para aglutinar al equipo y practicar deporte.