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Alginato: del dentista a las manulidades

 

Cuando salimos del dentista, en muchas ocasiones, nos llevamos restos de una pasta plástica y elástica, con la que nos han hecho el molde para nuestra ortodoncia o férula. Nuestros amigos de Mesiodens, profesionales de la odontología, nos han explicado cual es ese material tan peculiar que utilizan para sacar el molde de nuestra dentadura. El nombre es alginato y sus cualidades lo hacen ideal para sacar impresiones de nuestras bocas, con total detalle para obtener después, el modelo que facilitará la labor del protésico dental.

El alginato, no está presente únicamente, en odontología. Dentro del ámbito culinario también se valen de este material para gelificar y trabajar diferentes preparaciones. Otro ámbito en el que es muy apreciado y utilizado, es el mundo de las manualidades. Y justo en esta aplicación, nos vamos a detener para conocer mejor como podemos obtener moldes y sus posteriores representaciones en tres dimensiones, utilizando el alginato como base de nuestras creaciones.

Como decimos, el alginato posee una enorme variedad de aplicaciones y muchas formas de presentación. Espesante para cremas, detergentes, tinas, alta cocina… utilizan esta sal sódica del ácido algínico, mezclada con sulfato de calcio, fosfato trisódico y material de relleno, para obtener una reacción química de carácter irreversible. Según su utilización, dicha mezcla se mezclará a su vez con agua para obtener el resultado esperado.

Dentro del ámbito de las manualidades, donde la creatividad manda, la creación de moldes, puede ser de gran utilidad para llegar al resultado final, cuando de una escultura se trata. El alginato, ofrece una serie de ventajas, como la facilidad de uso, su versatilidad y maleabilidad que posee, que permiten la obtención de reproducciones precisas de cualquier tipo de elemento, forma o detalles. Además, el tiempo de fraguado, es bastante rápido con lo que el proceso de trabajo y creación, se agiliza notablemente.

Otra de las ventajas que ofrece este material, es la gran capacidad que presenta a la hora de reproducir detalles, lo que hace de el mismo, la opción ideal a la hora de extraer moldes de piezas que tienen mucho detalle, como esculturas, las citadas prótesis dentales o incluso, partes concretas del cuerpo humano, como la cara o las manos.

Su facilidad de usa, su capacidad de reproducción y su seguridad como material no toxico, lo convierte en el material más utilizado cuando se trata de sacar moldes de partes del cuerpo. La seguridad frente a reacciones, corrosión o quemaduras esta garantizada tanto para el modelo como para el modelador.

La rapidez con la que se elabora la pasta a utilizar, el poco tiempo que necesita de contacto y que se endurece en pocos segundos, permiten obtener los moldes en apenas unos minutos.

Así se utiliza el alginato

Uno de los principales usos que se le da al alginato a la hora de realizar moldes, es el de obtener replicas exactas de alguna parte del cuerpo, como dientes, manos, pies, o cara. Ideal para capturar detalles precisos, gracias a su textura maleable y su capacidad para endurecerse en poco tiempo.

Su utilización, es bastante sencilla, tanto como el proceso de mezclado necesario para la obtención de la pasta. Partiendo del alginato en polvo, se mezcla con agua en proporciones, normalmente de uno x uno, hasta obtener una pasta homogénea. Esta pata, debe ser fácilmente moldeable para poderla aplicar sobre la zona a replicar. Una vez que la pasta este en su punto, en algunos casos se sabe por que cambia de color, se coloca sobre la superficie elegida. De forma inmediata, el alginato, comienza a fraguar, solidificándose en pocos segundos o minutos, según el fabricante. Esto garantiza la obtención de un molde firme y resistente, adecuado para sacar el modelo.

Otra ventaja, a parte de su facilidad de uso, es su disponibilidad en tiendas especializadas y sus costes, bastante económicos.

A la hora de hacer la mezcla de alginato, hay que proceder de la siguiente manera. En función del tipo de alginato del que se disponga, habrá que comprobar las indicaciones expresas del fabricante. En cualquier caso, los tiempos y medidas que vamos a citar a continuación, son el estándar y los más habituales.

La mezcla se hace a partes iguales, medio vaso de agua y medio vaso de alginato. El agua debe estar a temperatura ambiente, sobre unos veinte grados. Esto es importante porque la temperatura de la misma, influye directamente en el tiempo que va a requerir el mezclado.

Se mezclan ambos ingredientes, de forma enérgica con una espátula, hasta obtener una masa homogénea y maleable. Hay que evitar la aparición de grumos, por lo que no esta de más aplastar la masa contra el recipiente al mezclarla, para evitar que se formen.

Este proceso, puede llevar entre tres y cinco minutos.

Una vez que la mezcla esté lista y tengamos la pasta homogénea en su punto, llega el momento de crear el molde que tengamos pensado. Para ello, se vierte la mezcla en un recipiente con profundidad suficiente, e introducimos en el la parte del cuerpo deseada, pueden ser los dedos, la mano, un pie… o, si pretendemos hacer un molde de la nariz, la cara o incluso una oreja, bastará con aplicar la pasta sobre la mismas.

Con las manos en la masa (el alginato) o la masa en la parte del cuerpo que queramos replicar, nos esperamos unos diez minutos. Hasta que la pasta solidifique. Llegado el momento, toca desmoldear, es decir sacar la parte que esta dentro del alginato, o extraer el alginato de la parte en cuestión.

Tenemos entonces un molde exacto de la parte moldeada.

Hasta aquí, el alginato ya ha cumplido parte de su función. Ahora, toca hacer la copia y sacar la replica que, es en realidad lo que queremos.

Rellenando el alginato

La finalidad de este proceso, no es otra que obtener una pieza que replique alguna parte del cuerpo. Para culminar la obra, hay que empezar, con la tercera fase, rellenar el molde de alginato.

Para extraer una copia, vamos a utilizar yeso o escayola. La mezcla, habrá de hacerse en esta ocasión, con una proporción de agua y yeso de dos por uno, dos partes de yeso y una de agua. Se mezcla con una espátula hasta obtener una masa uniforme y sin grumos. Este paso, suele tardar unos diez minutos, en función, al igual de lo que ocurre con el alginato, de la temperatura del agua. El tiempo de curado posterior, será de una media hora.

Cuando la mezcla de yeso esta lista, se vierte un poco en el molde de alginato, se mueve por toda la superficie interior para que quede cubierta y después se rellena. Ahora solo queda esperar a que solidifique.

Otra opción de relleno es el poliuretano. Para proceder con este relleno, se mezclan las partes A y B del producto, en proporción uno por uno. El proceso para obtener el poliuretano es mucho más corto y solo requiere de unos ochenta segundos de trabajo y diez minutos de curado. La mezcla obtenida, posee un color marfil con una dureza shore 75D. Introducimos la mezcla de poliuretano en el molde de alginato y observaremos que la mezcla, espumará, esto es debido a la humedad. Para rellenar el resto, es aconsejable esperar a que produzca el colapso. Este punto se produce en el momento que la mezcla, pasa de estado líquido a sólido y es el momento justo en el que hay que hacer la colada en el molde. La reacción en este caso, es muy violenta térmicamente, por lo que su manipulado debe ser cuidadoso. La rapidez de la reacción, dependerá de la cantidad de la mezcla. Si esta cargada o no y de la temperatura ambiente.

El último paso, para obtener nuestra figura o copia, es el desmoldeo. Para ello, sacamos cuidadosamente el molde del recipiente en el que se encuentre y procedemos a desmoldar, dejando las piezas con la forma en la que fueron extraídos los moldes. En este momento, se aprecia el espumado y el resultado final.

Las piezas obtenidas, pueden ser utilizadas como tal o puedes pintarlas y decorarlas al gusto. A fin de cuentas, se trata de una manualidad, donde la creatividad es quien manda.

Gracias a materiales tan asequibles y a los que resulta tan fácil tener acceso, como son el alginato y el yeso, podemos hacer una gran cantidad de manualidades. Con el alginato, sacaremos moldes rápidos y de forma segura y fácil, con el yeso, obtendremos el modelo deseado con el que podremos hacer nuestra escultura o manualidad, sin perder detalle.

Antes de finalizar, dejamos aquí unos consejos básicos para obtener los mejores resultados a la hora de utilizar el alginato, ya que la falta de práctica, pude hacer que no salga bien a la primera. Aun así, saldrá, todo es cuestión de práctica.

  • Leer y seguir las instrucciones del fabricante.
  • Medir con precisión y exactitud las cantidades necesarias de agua y alginato.
  • Mezclar ambos según indicaciones del fabricante.
  • Trabajar rápidamente y de manera uniforme.
  • Dejar que se seque por completo antes de retirarlo.

Poco más podemos añadir sobre este material y su uso en manualidades. Si te parece curioso, pruébalo. Te sorprenderás.

 

 

 

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