El ocio es una de las necesidades más grandes que tiene el ser humano en la sociedad en la que nos encontramos. Necesitamos ese tiempo de desconexión que nos permita olvidar esa larga jornada de trabajo que hemos tenido, esos problemas que nos preocupan y esa sensación de agobio que muchas veces provoca la rutina. Si no fuera por esos momentos, estamos seguros de que muchos de nosotros y nosotras enloqueceríamos. Por suerte, el ocio es el mejor aliado con el que podemos contar y contribuye sensiblemente a que encontremos razones para decir que somos felices al término de cada jornada.
Son muchas las actividades de ocio que se pueden realizar a lo largo de cada día y muchas las personas que se pueden beneficiar de ellas. Pasar tiempo con nuestra familia, los juegos de mesa, el deporte o un simple paseo por nuestra ciudad o pueblo puede hacer que encontremos esa sensación de relajación que tanto necesitamos. Hay otra, que es de la que os vamos a hablar en los párrafos que siguen, que es fundamental para mucha gente: ver la televisión. Sin duda, es una alternativa que tiene gancho y que cada día es utilizada por millones de personas ya no solo en España, sino en todo el mundo.
Estamos hablando de una de las actividades preferidas de la gente en el interior de nuestras fronteras. Y da igual del tipo de persona de la que estemos hablando: ver la televisión se ha convertido con el paso de las décadas en uno de los grandes pasatiempos de la gente, algo sin lo cual a nuestro día le faltaría algo. Por eso, este ha sido un medio idóneo para la generación de todo tipo de programas y también para la publicidad. Y precisamente por eso, todas aquellas personas que salen por la tele se convierten automáticamente en alguien famoso. Se trata de un medio que revolucionó el mundo en su día y que todavía hoy lo sigue haciendo.
Vamos a analizar algunos de los datos que nos deja el consumo de televisión en épocas como la que estamos viviendo. El portal web Statista obtuvo una serie de datos que indican el porcentaje de gente, por grupo de edad, que vio la televisión a lo largo del año 2022. Las personas que tienen más de 74 años ven la tele en un 90%, un porcentaje que es espectacular y que, aunque va bajando conforme menor es la edad de las personas, se sitúa casi en un 68% (2 de cada 3 personas) en el intervalo situado entre los 14 y los 19 años. Se trata de cifras significativas y que demuestran el poder que sigue teniendo la televisión en los tiempos que corren.
En la página web de la agencia de noticias Europa Press se indicaba, en diciembre de 2019, que casi 32 millones de personas ven la televisión en España cada día. Es un volumen enorme de personas, convirtiendo a la televisión en un fenómeno de masas con el que quizá solo pueda competir Internet. Está claro que este es un medio que ha superado todas las expectativas que fueron depositadas en él y que va a seguir siendo importante para todo aquello que nos podamos imaginar: para informarse, para la publicidad, para entretenerse. La televisión es una aliada estupenda para todo eso sin que haya lugar a ninguna duda.
La televisión se ha convertido en algo muy importante para la gente, sobre todo para esos momentos de ocio que tanto nos ayudan a superar el día a día. Es una especie de compañera de viaje de la que nadie quiere desprenderse y que ha sabido ir ganando en relevancia, adaptándose a los tiempos que han ido viniendo. Cuando eres capaz de ser consumida por personas de todas las edades, de todas las condiciones sociales y de diferentes épocas, es que has hecho algo bien. Y la gente que trabaja en televisión sabe de primera mano que ese trabajo ha sido realizado de una manera muy profesional.
Una de las cosas que ha venido realizando la televisión en los últimos tiempos para adaptarse a la realidad en la que nos movemos ahora es hacer posible que las personas adquieran un paquete de canales a la carta. Se trata de una posibilidad que ofrecen las plataformas de contenidos que está teniendo éxito y que, desde luego, está haciendo posible que muchas personas jóvenes (que son las que menos ven la tele, recordemos) se enganchen a ella. Es una estrategia inteligente y, como no podía ser de otra manera, está generando unos resultados que son muy positivos para el sector y para cada una de las entidades que la ofrecen.
La contratación de un paquete de canales de televisión a la carta se ha convertido en una de las grandes necesidades de la gente para sacarle el máximo partido posible a su tiempo de ocio. Eso es lo que apuntan desde Oroc, compañía que se encarga de la provisión de este servicio y los relacionados también con el mundo de la telefonía. Lo que apuntan sus profesionales es que, con el paso de cada año, se sigue incrementando el número de hogares que contestan un servicio como el de los paquetes de canales de televisión a la carta y que, de hecho, este suele ser un regalo habitual durante la época navideña en la que estamos envueltos actualmente.
La publicidad sigue apostando por la televisión
Está claro que la publicidad es el negocio que más interés tiene en ir incluyéndose en aquellos elementos que se encuentren en alza y que sean tendencia entre la población. Si hay gente que se quiere publicitar en un espacio determinado, eso siempre querrá decir que ese espacio estará haciendo las cosas muy bien. Que la publicidad siga apostando por la televisión, por tanto, es uno de los grandes indicadores del buen estado de forma en el que de encuentra una televisión que no tiene entre sus planes de futuro dejar de ser el modo de entretenimiento preferido de tantos millones de españoles y de otros tantos millones de seres humanos que se encuentran repartidos por el mundo.
Es evidente que la televisión sigue generando contenidos que resultan de interés para el público de hoy en día. Las series, los deportes, los informativos… son los formatos que la gente más suele consumir y no cabe la menor duda de que las personas que se encuentran dentro del negocio publicitario lo saben, apostando por incorporar espacios para la publicidad en cada uno de ellos y asegurándose de ese modo que ese anuncio sea consumido por un volumen sideral de gente, obteniendo con ello todas las ventajas que se asocian a ser visibles para una enorme cantidad de gente y teniendo muchas más posibilidades de convertir a su negocio en rentable.
De hecho, podríamos considerar que la televisión vive de la publicidad y que esta es una fuente de ingresos todavía más grande que la que generan las propias audiencias. Se trata de dos negocios que se entienden a la perfección y que han conseguido rentabilizarse mutuamente. Por tanto, no nos cabe la menor duda de que esa relación va a seguir siendo fructífera de cara a los años que están por venir y que la televisión, gracias a eso, va a seguir siendo un medio muy a tener en cuenta para disfrutar de ese tiempo de ocio que las personas seguimos necesitando, y ahora más que nunca. Lo que funciona no se toca y eso es exactamente lo que piensan las personas que se encuentran implicadas en alguno de estos dos campos.
Estamos bastante seguros de que esa relación va a tener mucho que decir en el futuro. No es para menos. Nadie tiene dudas de que la televisión va a seguir copando un lugar importante en la vida de las personas. Tendrá cambios, por supuesto. Todos y todas queremos ahora una tele a la carta, que nos permita ver lo que queremos a la hora que queramos, sin necesidad de estar sujetos a horarios de ningún tipo y que nos vengan mal por motivos laborales, familiares o de ocio. Eso es lo que va a permitir que sigamos viendo la televisión y que este elemento continúe formando parte de nuestra vida durante muchos años más.
Hay que sacarle el máximo provecho posible a todos y cada uno de los minutos que formen parte de nuestro tiempo de ocio. Esta es una de las claves más importantes que os podemos dar para alcanzar la felicidad, una felicidad que siempre se va a encontrar en los pequeños detalles como los que se derivan de estar delante de la tele viendo una película, una serie o un partido de nuestro deporte favorito junto a la persona o personas que más queremos. Eso no tiene precio y no lo tendrá jamás. Si disfrutamos de nuestras horas libres, tendremos mayores fuerzas para aguantar luego nuestras jornadas de trabajo. Eso es oro molido.